Una zona de baja presión,
o una borrasca, es una región donde la presión atmosférica es más baja que la
del aire circundante. Las borrascas se asocian normalmente con vientos fuertes
y elevación atmosférica. Esta elevación suele producir cielo cubierto, debido
al gradiente térmico cuando el aire se satura. Así, las borrascas suelen traer
cielos nubosos o cubiertos, que pueden minimizar la temperatura diurna tanto en
verano como en invierno.
Desde finales de diciembre
del 2013 hasta el 11 de febrero, el
Atlántico Norte se ha transformado en una auténtica "fábrica de borrascas",
albergando la génesis una y otra vez de profundos sistemas
de bajas presiones que
han golpeado sin cesar el oeste de Europa.
Es muy inusual que estos procesos de intensas ciclo génesis se repitan con tanta frecuencia y tan seguidas en el tiempo,
originando auténticos trenes de borrascas.
Pues bien, el Servicio
Meteorológico Nacional del Reino Unido, conocido como Met Office, ha publicado recientemente un artículo (está en inglés: http://www.metoffice.gov.uk/research/news/2014/uk-storms-and-floods) en el que se califica de excepcional a esta continua génesis de profundas
borrascas.
En diciembre, Escocia
tuvo su mes más húmedo desde que se tienen registros (su
serie climatológica comienza en 1910). Además, el sur de Inglaterra pasa por su mes de enero más húmedo desde que se tienen registros (su
serie climatológica también comienza en 1910). Las estadísticas muestran que este ha sido uno de los periodo más
excepcionales de lluvia en invierno a lo largo de Inglaterra y Gales en al
menos 248 años.
En este vídeo explican las borrascas atlánticas:
María Sánchez Durán
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