La
Antártida o
Antártica, considerada como «el último
desafío», es probablemente el lugar más remoto del planeta y uno de los
destinos turísticos más extraños pero más fascinantes que existen. Este
continente, ubicado al sur de la latitud 60° S y que rodea por completo
el
Polo Sur, es una tierra de extremos: es el continente más seco y frío de la Tierra, además de tener la altitud promedio más alta.
Casi sin intervención humana, las tierras congeladas antárticas
entregan escenarios que detienen la respiración de los pocos científicos
y turistas que logran conocerla. No más de un millar de personas
habitan en la Antártida en bases de investigación, pero el continente
disfruta de grandes colonias de animales que pueblan sus parajes. Llegar
a la Antártida es una aventura en sí misma, cruzando las fieras aguas
que la separan del resto de la humanidad y que explican su existencia
como un continente virgen.
LA CONQUISTA DEL POLO SUR
La búsqueda del polo sur fue el propósito
dominante en la siguiente serie de expediciones
antárticas. De 1907 a 1909, sir Ernest Shackleton
encabezó una expedición británica que
llegó a 156 kilómetros de distancia del polo sur
antes de verse obligado a regresar por la falta de
provisiones.
Una segunda expedición británica, dirigida
por Robert Scott, entró en escena en 1910, al igual que la
expedición noruega comandada por Roald Amundsen. Con la
ayuda de trineos arrastrados por perros, Amundsen
y cuatro miembros de su expedición llegaron al polo sur el
14 de diciembre de 1911. Scott y los cuatro miembros de su equipo
llegaron al polo el 18 de enero de 1912, tras arrastrar sus
trineos durante la parte más difícil de su ruta.
Todos los miembros del grupo de Scott
murieron en el viaje de vuelta después de que los noruegos
regresaran a su base con éxito. Shackleton volvió a
la Antártida en 1914 para intentar cruzar el continente,
pero su barco, el
Endurance, quedó atrapado en el
hielo y fue aplastado. Shackleton y sus hombres volvieron a la
isla Elephant, después de cruzar los témpanos de
hielo, y finalmente fueron rescatados en agosto de
1916.
Julia del Puerto Caballero.